AIEKA
¿Dónde
estás musa?
Estoy
tratando de…
Y nada.
Blanco, blanco.
Tal vez si
te agrego una “H”,
¿Recibirías
el soplo divino como ocurrió con Sara?
Mientras…sigo
dibujando letras.
Es casi un
capricho.
¿Y si
bajaras por la escalera que soñó Jacob?
Por favor invádeme, pero no me lastimes.
Introdúcete
en mi mente.
Te lo
ruego.
Empiezo a
ver un gusanito.
Se ilumina.
¿Me
escuchaste Musah?
Veo un
campo sembrado
de letras
articuladas.
¡Extrañas
cantidades!
No puedo
con todas.
Hazlas
resbalar desde mi cerebro,
deslizarse
por mi brazo,
arribar a
mi mano
que las
depositará sobre la pluma
y las hará
poemas.
Mañana será
otro:
¿AIEKA?
Saúl Buk
01-05-2016
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