De amor a Roma
Cuatro
letras caben en amor,
que
ubicadas frente al espejo,
sin
esfuerzo y al revés, leo Roma.
Pero amor
de a tres,
amor no es.
¿O sí?
Ella los
quería a su manera.
Del que
primero conoció,
la sedujo
el dinero.
Del segundo,
que llegó como tercero en discordia,
le atrajo
la aventura.
Por
engañosa
ésta
historia concluirá en Ushuaia.
Juzgada,
cumplió su condena.
Traicionó
su conciencia.
Exprimió,
inútilmente, su cerebro.
Pero era
como quitarle el jugo a una roca.
Ya liberada
de las líneas verticales,
Su amor al
humano terminó en Roma
y ésta la
envió al fin del mundo.
Visionó sus
dos amores en una cama de hospital.
Demediados.
No pudo
soportar
y
desapareció su presencia.
Saúl Buk 06-04-2016
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