martes, 1 de mayo de 2018



Saúl Buk
“Un comienzo”
Capítulo 9.
Con un leve soplido le quité las cristalinas lágrimas que empañaban sus hermosos ojos verdes; deseaba que ella viera con claridad su nueva casa.
Ángel, me encanta tu departamento pintado de blanco, pero no veo muebles me dijo mientras abría grande el óvalo de sus párpados para ver si no estaba confundida. ¿Vivís en un espacio vacío?
No, no es así le respondí en este momento no podes observar todo lo que hay, pero son ambientes totalmente amoblados.
¿Cómo que no puedo?
Sí, Venus, mi amor, está todo en otra dimensión, pero de inmediato lo paso a equivalencia terrenal. Quiero que lo disfrutemos juntos.
Simplemente me concentré, mis neuronas decoradoras trabajaron a todo vapor y el interior se hizo visible para Venus.
No lo puedo creer, ahora lo veo todo, me encanta. Están muy bien combinados los colores y las formas.
Comenzó a recorrer la cocina, el comedor y cuando llegó al dormitorio, una mueca de su cara, me hizo comprender que se había sorprendido al ver una cama matrimonial. Me miró algo angustiada. La doble barrera que constituían sus labios y sus dientes no le permitieron preguntarme nada. Sus ojos se habían agrisado. Eran dos signos de interrogación que no dejaban de apuntarme.
Venus cambié mi cama anoche porque sabía que vendríamos a vivir juntos.
Aliviada, sonreía, mientras investigaba detrás de las puertas de cada placar.
¿Cuál es el mío? me preguntó.
El que quieras, no hay problema le respondí.
Recorrimos todos los ambientes tomados de la mano, mientras recordábamos los increíbles momentos que habíamos vivido en el Juramento y Cabildo transformado.
De repente, pareció salir del encantamiento en el que se encontraba y volvió a su realidad.
Mañana voy a ir al diario para que publiquen el artículo que se va llamar “Venus y Ángel, un amor posible” y un subtítulo: Relaciones de una humana con un ángel. Es probable que muchos lectores no lo crean o desconfíen, como es habitual. Si ocurriera tal circunstancia tendré que utilizar mis relaciones con los periodistas de los canales de televisión y nos presentaremos para que el mundo corrobore mi embarazo que será evidente.
No respondí, pero la propuesta de exposición en la pantalla chica no fue de mi agrado.  
Ella continuó hablando pero yo estaba programando algo que le quería ofrecer más tarde. Venus caminaba y se acariciaba la pancita.
Nueve meses de embarazo son muchos meses ¿no es cierto Ángel?
Tal vez, pero eso no lo disponemos los habitantes de este universo. Lo que te puedo decir es que exacto el tiempo de maduración de un bebé humano en el útero materno, como todos lo saben.
Si se pudiera acortar, que bueno sería me dijo ansiosa.
Hay una forma de hacerlo y es justo lo que estaba pensando cuando entramos le respondí.
No me digas, eso me alegra.
Mirá Venus, en el cielo no es que los meses pasan más rápido, sino que el tiempo no se contabiliza, entonces cuando te encuentres ahí te dará la sensación que pasa más rápido. Para ser gráfico, te diría que es como si todos los que ascienden arrancaran las agujas de sus relojes y las dejaran clavadas en la tierra.
¿Y los que tenemos relojes digitales? me preguntó con su mejor sonrisa.
En ese caso deberían sacarle las pilas ¿No te parece?
Muy ingenioso.
Bueno Ángel, digamos que mañana temprano iría a la redacción, dejaría un informe completo, que voy a redactar esta noche, sobre todo lo que ocurrió y está sucediendo entre nosotros. Casi seguro que se va publicar en la página central del suplemento dominical y yo quiero verlo, porque disfruto mucho cuando veo mi nombre indicando quien es el autor del artículo. Voy a hablar con el director y le pediré licencia a partir del lunes hasta el día del parto.
Sería muy bueno para conservar el trabajo que tanto te gusta. Me encanta el proyecto, luego vendrán por nosotros para transportarnos
le dije titubeando.
− ¿Y cómo es el viaje?, porque me estoy acostumbrando a muchas cosas, pero esto de irnos vivos al cielo…
−Será una agradable sorpresa− le susurré al oído y la besé cuando ya estábamos llegando al borde de la cama.
      Saúl Buk  01-05-2018


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