Acuarela de Sao Paulo
Ancha y desbordante.
Todos corren, todos se
apuran.
El día tiene menos de veinticuatro horas.
A veces, ni eso.
Te miran, pero no te
ven.
Los coches se pasan
rozando.
Los pies siempre se
mueven.
Samba. Samba.
Sólo los inmóviles
indigentes le quitan espacio a las veredas.
Miles de vendedores
ambulantes.
Los autos de lujo
dirigen sus faroles
hacia otro lado.
El olor del aceite de
los bares obstruye el olfato.
Pao de queijo.
El puente de hierro es
una reja que divide la ciudad.
Hay presos de ambos
lados.
Un sol recaliente quema
las ideas.
Guaraná. Guaraná.
El MASP, orgulloso de lo
que cobija en su útero,
es sostenido los domingos
por viejos anticuarios.
Arte parido.
Edificios con dibujos en
altura.
Inentendibles.
Millones mezclan sus colores.
Se contaminan, pero no
se contagian.
Eu acho que
sim.
Saúl Buk 20-07-2016
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