jueves, 21 de julio de 2016

      Acuarela de Sao Paulo
Ancha y desbordante.
Todos corren, todos se apuran.
 El día tiene menos de veinticuatro horas.
A veces, ni  eso.
Te miran, pero no te ven.
Los coches se pasan rozando.
Los pies siempre se mueven.
Samba. Samba.
Sólo los inmóviles indigentes le quitan espacio a las veredas.
Miles de vendedores ambulantes.
Los autos de lujo
dirigen sus faroles hacia otro lado.
El olor del aceite de los bares obstruye el olfato.
Pao de queijo.
El puente de hierro es una reja que divide la ciudad.
Hay presos de ambos lados.
Un sol recaliente quema las ideas.
Guaraná. Guaraná.
El MASP, orgulloso de lo que cobija en su útero,
es sostenido  los domingos
por  viejos  anticuarios.
Arte parido.
Edificios con dibujos en altura.
Inentendibles.
Millones  mezclan sus colores.
Se contaminan, pero no se contagian.
Eu acho que sim.

                 Saúl Buk  20-07-2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario