N.Y.
De las
calles cubiertas de sucio alquitrán,
emerge el
tibio vapor blanco
que escupe
la escondida roca.
Fantasmas desdibujados
pasan por detrás
de esa nube vertical.
Un crisol
humano corre.
Hablan
solos y gesticulan.
El líquido café
en una mano,
El duro celular
en la otra.
Manos
calientes. Manos frías.
Oídos sordos
al ruido de las ambulancias,
al aullido
de los bomberos,
al chirrido
de los motores.
Mientras
transpiran,
cada uno
cree que el mundo gira a su alrededor.
− Dime algo de color.
− Dólar, me respondió.
Y se fue
apurado.
Time is
Money, dijo Franklin.
Todos
respetan el axioma.
Time
Square. Muy square.
Así son.
Saúl Buk 2-11-2018
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