Nolo contendere (1)
Por la nebulosa Paris, ciudad lúes
por excelencia,
van juntos sin presencia
el dandy y la meretriz.
Vestimenta como emblema:
Saco de letras, camisa de
palabras,
pantalón de frases, chaleco de
poemas,
zapatos en prosa y corbata de poeta.
Ella nada, qué importa lo que
lleva.
Solo por un rato lo acompaña.
El siempre la desdeña.
Más la odia; más se eleva.
Él, a su muerte, desciende a la
tumba.
Ve azorado y perplejo un
regimiento de gusanos,
todos en fila y erectos.
Primero, ellos degluten sus letras
Se deforman e intoxican por eso.
Finalizada esta tarea, hay otro ejército
sabueso.
Es lógico que así sea,
ya que al leer sus poemas, raros,
oscuros, e inmundos,
una flor del mal prospera.
La flor maldita se hunde en la
fosa sin sentido.
Así transforma lo podrido
en letra, palabra, alimento.
De gusanos hambrientos que comen,
y tendrán para hacerlo siempre.
Que haya un lector atrevido,
tonto y empedernido, deseo.
El dandy yaciente y oculto,
no tendrá descanso; solo hastío.
Aunque no lo creas, puede ser,
amigo, hermano, Charles
Baudelaire.
Saul Buk,
Junio 2010.-2017
(1) Nolo Contendere, del latín “no
lo discuto”
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