jueves, 13 de octubre de 2016

                 Consuelo
                      ( Cuentema)
Caminaba hacia su mesa en el bar
una mujer gigante.
Toda de negro.
Grande a lo alto y a lo ancho,
coronada por una canosa cabecita,
portadora de una pequeña flor blanca.
Suprematismo.
Pidió un cafecito.
Posillo blanco. Contenido negro.
Le iba bien.
Malevich lo habría aprobado.
Cuando ensamblaron sus partes
¿no estaban numeradas?
Algo no funcionó en el armado.
La miré muchas veces,
mientras buscaba su contraparte.
¿Quién será el dueño de una cabeza grande
y un minúsculo cuerpito?
No la hallé.
Hasta que sin desearlo
me ubiqué frente al espejo.
Entonces, ella me sonrió.
    Saúl Buk   

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