domingo, 26 de agosto de 2018


            Quántico
Mi angustiante agujero negro
me invita a conocerlo.
¿Es peligroso?
No lo sé, pero me rehúso.
Me hago el distraído
cuando miro al granulado cielo
que me rodea.
Recorro ese envoltorio inquieto
hasta que descubro
que también es poseedor
de agujeros negros.
Micro y macro mundo.
Yo y el cielo.
Una incógnita.
Un espacio que me circunda
mientras sostiene al universo.
Mi tiempo es variable.
No puedo elegir a qué velocidad
ondular mi existencia.
Un continuo movimiento
hace que nos transformemos.
Y vuelta a empezar.
      Saúl Buk   22-08-2018